El ingrediente "mágico" del tomate se llama licopeno y es uno de los antioxidantes más potentes que la madre naturaleza nos ha regalado. Esta sustancia disminuye el riesgo de que nuestro organismo sea víctima de ¡nueve tipos de cáncer! Entre ellos, de colon, de próstata, de pulmón y de estómago.
Súmele a esto que el tomate es muy rico en vitamina C (para combatir muchas enfermedades infecciosas), A y K, y en sales minerales; es refrescante y algunos estudios aseguran que podría combatir el temible Alzheimer.
"Baja los niveles de colesterol malo y disminuye el riesgo de sugrir de cáncer de estómago, de colon y de próstata. Para bajar el colesterol malo se puede tomar en zumo, preparado de la siguiente manera:
1. Licúe cuatro tomates, vierta el jugo en un recipiente de vidrio y mézclelo con una cucharada de aceite de oliva. Tápelo y déjelo toda la noche a temperatura ambiente.
2. A la mañana siguiente, anádele el jugo de un limón, mezcle bien y tómelo en ayunas, una a dos veces por semana.
3. Contraindicaciones: si tiene úlceras estomacales o sufre de ácido úrico, no consuma esta preparación.
PROTEGE EL CORAZÓN
Investigaciones de la Universidad de Carolina del Norte indican que el consumo de tomate reduce hasta en un 50% el riesgo de sufrir de un infarto.
DIURÉTICO
Por sus componentes especiales, expulsa de nuestro organismo gran cantidad de toxinas.
PERMITE BAJAR DE PESO
Tiene la propiedad de ayudar a quemar grasa corporal. Es igual en las dietas de adelgazamiento, pues aporta muy pocas calorías, mientras que su contenido de agus es altísimos.
CONTRA LOS FORÚNCULOS
Ponga a calentar un trocito de tomate (con todo y cáscara) y aplíquelo lo más caliente que pueda sobre la lesión. Este remedio permite "recoger" rápidamente la materia.
Súmele a esto que el tomate es muy rico en vitamina C (para combatir muchas enfermedades infecciosas), A y K, y en sales minerales; es refrescante y algunos estudios aseguran que podría combatir el temible Alzheimer.
"Baja los niveles de colesterol malo y disminuye el riesgo de sugrir de cáncer de estómago, de colon y de próstata. Para bajar el colesterol malo se puede tomar en zumo, preparado de la siguiente manera:
1. Licúe cuatro tomates, vierta el jugo en un recipiente de vidrio y mézclelo con una cucharada de aceite de oliva. Tápelo y déjelo toda la noche a temperatura ambiente.
2. A la mañana siguiente, anádele el jugo de un limón, mezcle bien y tómelo en ayunas, una a dos veces por semana.
3. Contraindicaciones: si tiene úlceras estomacales o sufre de ácido úrico, no consuma esta preparación.
PROTEGE EL CORAZÓN
Investigaciones de la Universidad de Carolina del Norte indican que el consumo de tomate reduce hasta en un 50% el riesgo de sufrir de un infarto.
DIURÉTICO
Por sus componentes especiales, expulsa de nuestro organismo gran cantidad de toxinas.
PERMITE BAJAR DE PESO
Tiene la propiedad de ayudar a quemar grasa corporal. Es igual en las dietas de adelgazamiento, pues aporta muy pocas calorías, mientras que su contenido de agus es altísimos.
CONTRA LOS FORÚNCULOS
Ponga a calentar un trocito de tomate (con todo y cáscara) y aplíquelo lo más caliente que pueda sobre la lesión. Este remedio permite "recoger" rápidamente la materia.